Thursday, September 24, 2020

CANCION DE UN DOMINGO EN MI HABANA VESPERTINA

LA HABANA,LA RAMPA.....La ciudad donde viviste por mucho tiempo y ya no estàs es tambièn como una madre que se fuè. Mirando esta foto de mi Habana hago un recorrido imaginario que me hace vivir de nuevo paisajes de esta vida. Tu sabes lo que es bajar por el Prado, coger una Ruta 4, pasar por el Parque Central y el Capitolio, llegar a Reina y doblar a la izquierda en Belascoain y en los Sitios y encontrar la casita, la azotea del edificio y el patio del solar del barrio y el Chevrolet de Yeyo que le quitó el color naranja de alquiler y todavía sigue parqueado allí.
Entonces en 4 Caminos agarro la Ruta 2 que la venia manejando Isidro, mi socio para subir por San Lázaro con Cayo Hueso a mi izquierda. Llegar a la parada de la Calle N y esperar que llegue mi amor.
Ella llegò un poco despuès. Entonces bajar hasta 23 y doblar a la derecha y bajar el sótano del club La Zorra y el Cuervo en donde había un ambiente riquísimo pero lleno hasta los topes.
Allí estaba Peruchìn sonando tremenda "descarga"pero teníamos que estar parados por lo que preferimos irnos a La Gruta, cruzando la Calle O, en los bajos del cine Arte y Cinema La Rampa en donde logramos sentarnos justo en el piano donde Mario Lagarde del grupo Free American Jazz tocaba un lindo "blues" y después estar un rato oyendo la"descarga" de Esther Montalbán y su piano, cada uno en lo suyo pero llenos de "feeling" y música.
Asi,con par de vasos con Ron Havana Club Carta Blanca con hielo "a la roca" salimos a coger aire puro y nos llegamos un rato a bailar al aterciopelado Salón Rojo del Capri, al ver la entrada abierta de par en par me dì cuenta que el Aire Acondicionado estaba roto y como que aquello asi era un horno decidimos salir y bajar hasta el Malecón por el lado del Hotel Nacional empujados por la brisa Atlántica.
Llegamos a la curva del Torreón, a "La Pampa", un club nocturno en donde había unos cantantes de Tango que tenían allí sus descargas y se iban temprano. Solo quedaba musica que en cada pullman había unas selectoras de música donde aun quedaban las mejores canciones románticas de mi Cuba, allí podíamos intimar muchos besos y caricias hasta que en una breve salida del club, entro por la izquierda a la posada, el que atendia dicho lugar me dijo; "no hay agua, no se puede alquilar". Era tarde y regresè a "la Pampa" Pedì 2 botellas de agua efervecente "La Cotorra" y con $20.00 en la mano, convencì al carpeta y conseguí pieza, la mejor, de anchas ventanas frente al océano.
Nocturno de amor....Radio Enciclopedia bien bajita, y nos quedamos dormidos, las amplias ventanas abiertas, (tal vez las gaviotas se posaron en el marco y contemplaban nuestra santa desnudez) y abrazados de frio, despertar asustados al resplandor del temprano mañanal de ese Domingo.
Aùn dormía mi ciudad, entonces al salir, adivinamos aquel taxi cuyo chofer me pregunta - A donde van? Inmediatamente extiendo mi mano dejando caer en la suya un billete muy estrujado y utilizando la jerga del ambiente;--Aquí tienes,ecobio!!, !Llévanos hasta Luyanò pero ve bordeando el Malecón--.
Nos lanzamos adentro del viejo Chevrolet y comenzó el viaje de regreso a la realidad. Estaba entrando un "norte" que dibujaba como una alegre cortina la curva final del Malecon. Al llegar a la entrada de la bahía a la izquierda el erguido Morro resistiendo el embate de las gigantescas olas, y a la derecha, la entrada al Túnel, los Castillos de la Punta y la Fuerza, la Habana Vieja. Otra vez a la izquierda: la temible Cabaña al lado de la inocente Casablanca, con el Cristo miles de veces implorado, el muelle de las lanchitas y mas adelante, Regla...(Virgen de Regla, compadécete de mi)
El olor típico de la bahía la cual bordeamos pasando por aquellos almacenes de los muelles desiertos en Domingo con ese olor a vinagre o miel de purga derramados en sus pisos. Mirando a la derecha; la Estación Terminal de trenes, Tallapiedra y el Castillo de Atarès.
Entrar por las fábricas dormidas del industrial Luyanò y llegar al reparto del barrio inmerso en la quietud dominical donde nos prometimos encontrarnos por la tarde para ir a La Tropical donde hay una verbena muy buena y así ir a bailar un poco de música viva y caliente para el ejercicio con varias orquestas y de paso, encontrarnos con algunos amigos allí que nos invitaron a una "descarga."
Entonces irnos despuès de media tarde a visitar unos amigos mùsicos, cantantes y compositores en alguna angosta calle de Los Sitios, en el patio interior de lo que en un tiempo fuè una casona; un alegre solar lleno de gente limpia y natural,hacer algunos brindis, escuchar mùsica,cantar,hablar y descargar.y tambièn bailar contigo esa canciòn y que eternamenteme embelesa;
Anoche te vì
y lo que pensè olvidado de tì
volviò a mi mente para hacerme feliz
y supe asì que aùn me quieres.
Allì, mientras bailàbamos,en el sueño del perfume de tu cuello y abrazando tu cintura mis dedos descubrieron, en tu lindo vestido pastel de flores azules, un hoyo diminuto, que destapò la curiosidad de mis celos retroactivos, -Hmm....antes que yo, con quien màs habias bailado rubita? Un descuido de un enamorado fumador?-
Furiosa, de mi se alejò, hasta que la alcancè con una flor y nos abrazamos en medio de esa canciòn.
Anoche te vì
y todo lo que se quedò sin decir
aquella vez al despedirnos
nos lo dijimos sin hablar.
En aquella fiesta te llevaba, lejos de todos, toda para mì -tratando de pasar inadvertidos-pero era inutil, porque el esplendor de tu gracia, junto con tu ingenua sonrisa de niña;era como una làmpara o lucìernaga, iluminando bajo los aleros de aquel patio centenario todo mi rubor....
Estabas tan bonita
Sin saber que decir
O hacia donde mirar.
Con esa expresiòn fija,definida,directa,inquisitiva y firme decidida,resuelta a defender tu virtud y condiciòn de novia mia....
Estabas tan hermosa
no queriendo demostrar
lo que sientes por mì.
La misma de siempre, castigando mis deseos infinitos hasta al borde del abismo....
Ay! anoche te vi
y fuiste una revelaciòn para mì
y ahora sè que de la gloria que fuè
nos queda aùn nuestro amor..
Hasta que la calle pùrpura en el crepùsculo y aquellas dèbiles luces en las esquinas,nos tragan hacia el atardecer de nuestro sueño....
Poema: Cancion de un Domingo en mi Habana vespertina.
Autor: Eliseo Peraza
Canciòn: Anoche te vì
Autor: Renè Touzet
Canta:Vicentico Valdes

Monday, September 21, 2020

El TREN FANTASMA

Siendo niño, vivìa cerca de la línea del ferrocarril de mi pueblo. Al pasar con lentitud los trenes cañeros, nos divertìamos halando las cañas que sobresalían del enrejado de las casillas (los carros del tren). Un día, el largo tren se detuvo por mucho rato en el medio del crucero,(una calle pasando la linea), allí nos dimos banquete sacando cañas, escogíamos con apuro las mejores ya que en cualquier momento volvería a arrancar de nuevo. Entonces el tren diò marcha atrás como media cuadra y salimos asustados corriendo con nuestras cañas bajo el brazo porque pensábamos que venían por nosotros pero allí se quedò cerca de una hora. Veíamos el humo de la chimenea por encima de los tejados de las casas y a cada rato sonando su "pito", un largo quejido como un lobo aullando en aquel atardecer de invierno. Ya casi oscuro arrancò con el sonido de sus ruedas "chirriando" metal contra metal. A eso de las 7 de la noche, mientras escuchaba por la radio los programas de aventuras, llegò mi padre contando lo que pasò con el tren: Un hombre puso su cabeza sobre el riel y ocurrió la tragedia. Los detalles sobran. Mi madre dijo:!Pobre alma atormentada! Todo el mundo quedò apesadumbrado, algunos lo conocían, otros no. Así, en el transcurso de la "prima noche" como le decían a esas horas entre 8 y 10 pm, la gente en el barrio se entretenía visitando a los vecinos, escuchando la radio,novelas o shows en vivo con música y "sketches"y se acostaba temprano. Pero aquella noche se fueron a dormir un poco mas tarde comentando el suceso. Ya cerca de la 11pm las luces de las casas se iban apagando poco a poco..... 12 de la noche. El barrio trataba de conciliar el sueño o dormía, de pronto: Un ruido ensordecedor de hierros, cadenas chocando y rejas zarandeándose entre sì, mas el chirrido de aquellas ruedas de los carros vacíos que se zafaron de la locomotora cuesta abajo en caída libre, a toda velocidad y de marcha atrás por la línea de ms de 10 kilómetros. Eso despertó a todo el mundo en sobresalto y desvelo. Poco después algunos que venían por la carretera dijeron a donde fue a parar: Todos los carros del tren se detuvieron......en la entrada del Cementerio.