Thursday, October 22, 2020

LOS MOZOS. (Relato)

Mi madre, mi hermanito y yo, ibamos cada dos semanas a visitar a mis abuelos en su pequeña finca que le llamaban "Macùn" al borde del entonces ancho y navegable Rio Sagua. Un carro de alquiler nos dejaba al final de la calle Colòn en donde tres vigas de ferrocarril horizontales indicaban que de ahí en adelante el trayecto debia de ser a pie, un "trillo"muy fino que nos obligaba a caminar en fila, mi madre adelante, mi hermano menor, Nelson le seguía y yo iba al final. Habia que pasar varias fincas y propiedades y en algunas de ellas había que tener cuidado por unos perros que ladraban y amenazaban a todos los que pasaban por ahí. Esos mismos perros atacaron a mi padre, cuando era novio de mi mamà entonces. Segùn contaba mi padre, al ver que aquellos perros lo iban a atacar, se amarrò un pañuelo en la mano que sujetaba el afilado cuchillo y se tirò al suelo pasando el cuchillo pegado a la hierba con lo que cortò en el hocico a uno de los caninos el cual sangrò abundantemente y provocò que los otros se quedaran aullando y llorando lo que permitió a mi padre salir de aquel peligroso episodio. No tengo màs detalles como fuè aquella hazaña de èl pero hasta el dia de hoy que escribo este relato, la sigo creyendo..... Asì seguìmos el caminito atravesando un pastizal en donde había vacas y bueyes comiendo pero miràndonos amenazadoramente pues habiamos oído que eran furiosos y atacaban a la gente pero no fuè así y finalmente llegamos recibiendo el saludo de los perros de casa de mis Abuelos, Juan Lòpez y Mariita Martinez. Mi abuelo tenia una finca que producia caña,ganado, y leche, plàtanos,papayas, y otras frutas. Allì estaban mis tias y mis primos y unos jòvenes que le llamaban; Los Mozos. Esos muchachones eran dos y a veces tres, eran los encargados de dar comida al ganado, y todas las tareas de trabajo de la casa, algunos vivian allí, otros venían en sus caballos pues eran tambièn los encargados de ir a comprar los mandados a las tiendas de la ciudad. Tremenda alegria se generaba cada vez que ellos venian del pueblo pues siempre nos traian dulces y alegrias de coco. Eran muy disciplinados y nos hacian cuentos de sus aventuras en el campo. Nos llevaban a la "Laguna", un pequeño lago sobre hierba fina en donde nos dàbamos chapuzones de agua y tambièn ìbamos a pescar al borde del misterioso Rio Sagua que en aquel lugar hacia una gigantesca "S"todo cubierto de frondosos àrboles desde donde algunas de las ramas mis primos se lanzaban a las oscuras aguas. Cuentan que un "mozo" muriò ahogado en el llamado "Charco del Guije" dicen que tratando de salvar a una niña. De aquel rio recuerdo el sonido de los motores y pitazo de los remolcadores que transportaban las "patanas" cargadas de sacos de azucar hacia el puerto de Isabela de Sagua. Ese sonido en la noche, era impresionante. Los mozos estaban al tanto de todo el ganado de la casa y su responsabilidad era tal que; si se perdía una ternera, allà iban ellos a buscarla y no regresaban hasta encontrarla. Algunos de esos "mozos" eran solteros y no tenian novias y eran muy apegados a la casa donde prestaban su servicio. Aùn jòvenes, nada de pretender a las señoritas de la casa que eran cuatro que mi abuelo cuidaba como la niña de sus ojos. En la comarca, se dieron casos en que algùn "mozo" se llevara una de las muchachas hasta bien lejos. Hay varias historias sobre el tema asì como tambièn algunos que eran de modales extraños......Muchos se quedaban a vivir hasta hacerse viejos con lo que entregaron la energia de sus vidas a "la casa". Porque eran buenos, fieles y cariñosos, mi recuerdo y homenaje a estos muchachos.....

Saturday, October 10, 2020

LA CAPA DEL JINETE SIN CABEZA (Cuento)

Este relato me fue contado varias veces por mi padre, desde que era niño y hasta aùn, yo adulto, le pedía que me lo repitiera…. A principios del siglo pasado, siendo un joven campesino, mi padre adoraba el baile, una de las pocas actividades sociales que entonces proporcionaba recreación y al mismo tiempo establecer amistad con las damitas de la comarca. Esta noche de Sàbado seria una noche inolvidable….. Muy concurrido el evento, conoció a una linda muchacha, Maria Luisa mi futura mamà. Fuè poco el tiempo del baile y como que todo se acaba, terminò el baile a eso de las 11/12. Con unos "ponches" de màs, se despidió de los amigos, familiares y de aquella linda muchacha y se montò en su corcel gris rumbo a su casa, la finca: "La Jaguita". Este es el cuento: "Lleguè por el terraplèn al camino, yo cantaba bajito para no dormirme, tonadas campesinas de Guillermo Portabales. Aquella luna tan brillante lo iluminaba todo, yo, dormitando a pestañazos y mi potro, como todos los equinos conocía el camino e iba de regreso a casa con su instinto natural sin equivocarse, por el trillo. La hierba se veía blanca y brillante, las piedras de la loma, mucho mas blancas contrastando con los arboles bien oscuros en donde el camino real se adentraba. A lo lejos, unos relámpagos anunciaban que la lluvia se acercaba. Saliendo de la arboleda, al final del camino, aparece un jinete que se va acercando muy despacio. De pronto,mi caballo para, da un relincho (los caballos hacen eso cuando ven algo extraño o algún peligro) yo le digo; !!Arre,!!Arre!! Pero se queda inmovil mientras el jinete se acercaba al mismo paso.......tan lento que parecía que no avanzaba..seguimos despacio, y al cruzar a su lado, notè algo raro: Le faltaba la cabeza! El espanto fue tan grande que muy asustados nos adentramos velozmente en la oscura arboleda. No quería mirar atrás pero al hacerlo fue mi error. Mi caballo pasò por debajo de un frondoso árbol y una de sus ramas, de un fuerte golpe, me derribò y, desmayado, quedè dormido. Al amanecer me despertó llorando uno de los perros de la casa y las voces de mis hermanos y mi papà que me encontraron mientras yacía sobre la hierba tapado con una capa de hule de esas que usan los monteros para la lluvia…….